Capítulo 52 ~ "Movimientos"

Capítulo 52 ~ "Movimientos"

Olivia continuaba enojada. Tenía sus celos a flor de piel. En el fondo sabía que Elliot era incapaz de engañarla, pero algo, ya sean sus hormonas alteradas por el embarazo, o su terrible angustia, le provocaban esos sentimientos. Intentó dormirse, pero no lo logró. Así que se puso a leer algunos viejos casos sin resolver. Elliot volvió a la Unidad. Allí estaba Kirstie. El caso también la mantenía preocupada a ella.

-        ¿Qué haces aquí?- Preguntó Elliot.

-        ¿Tú qué haces aquí?

-        Discutí con Olivia. No entiendo como ella no logra comprenderme. Hace años que trabajamos juntos, ella sabe que aquí no hay horarios.

-        Siéntate, ven. Debes comprenderla, Ell. Está embarazada. ¿Acaso tu esposa no te hacía los mismos planteos en aquel entonces?

-        Sí, pero es distinto. Ella debería entenderme.

Esa noche Elliot durmió en el cuartel. Kirstie desapareció durante todo el día. Alex y Casey estaban compenetrados en el caso. El ADN coincidía con el de la víctima y el acusado. El abuelo había embarazado a su nieta. Kirstie re apareció para la hora del juicio. Elliot y ella declararon. Al acusado le dieron perpetua. La noche asomaba. Elliot debía volver a casa.

Liv pasó el día durmiendo. Tanto estrés la había dejado exhausta. Pero alrededor de las nueve de la noche, el ruido del teléfono la despertó.

-        Benson.

-        Hola, Olivia. ¿Me extrañabas?

-        Estoy cansada, no tengo ganas de discutir contigo.

-        ¿Gané? Oh, claro, sí, gané. ¿Elliot volvió? Sí, volvió. ¡Cuántas mentiras habrás escuchado! Las mismas que le daba a su pobre ex mujer. ¿Con quién pasó la noche? Demasiadas mujeres en un bar, con un hombre solo. Un hombre que no tiene lo que más necesitan los de su especie. Sexo. Tiene a una amante con la que no puede acostarse y que se mantiene a su lado, por lástima… No, lástima no. Culpa, sí, esa es la palabra. Te dejó embarazada y ahora no sabe qué hacer contigo.

-        ¡Basta! No quiero escucharte más. Ganaste, ponte feliz y déjame en paz.

-        Cuanta gracia que me da tu sufrimiento, Olivia. Sé que gané… ¿Pero tú sabes qué precio debes pagar por perder? Es un precio muy alto…

En ese momento, Liv oye que abren la puerta. Era Elliot que había vuelto. Cortó el teléfono y lo apagó. Se arropó entre las sábanas y apagó la luz. Cuando vio que su sombra entraba en la habitación, la encendió. Se sentó, contra el respaldo de la cama y observó fijamente a Elliot.

-        No tengo ganas de discutir, estoy muy cansado.- Dijo Elliot.

-        ¿Es por el sexo?- Preguntó Olivia.

-        ¿Qué?

-        ¿Me tienes lástima? ¿te sientes culpable por dejarme embarazada?

-        Olivia, te estás volviendo paranoica.

-        ¿Paranoica? Dime la verdad, Elliot. ¿Te molesta no poder tener sexo conmigo?

-        Sí, me molesta. Pero sé que es por el bien del bebé.

-        ¿entonces te acuestas con otras?

-        ¡No! Tú eres mi mujer.- Le contestó, gritando.

-        ¿Con la nueva fiscal, no?- Le pregunta, Liv, gritando más fuerte.

-        Estás viendo un fantasma donde no lo hay.- Le grita, aun más fuerte.

En ese momento, Elliot observa, que Liv coloca sus manos sobre su panza. Su rostro se torna distinto. Como asustado. Ell corre a su lado y se sienta al lado de ella.

-        ¿Qué pasa? ¿Te duele?

-        Se movió…- Contesta Liv, sonriendo.

-        ¿Quién?

-        El bebé, se está moviendo. Dame tu mano.- Liv toma la mano de Elliot y la coloca sobre su panza.

-        ¡Oh, por Dios! Se mueve bastante.

-        Creo que quiere que no nos peleemos más. Perdóname, nunca más te haré este tipo de escenas.

-        Tú también perdóname a mí, nunca más faltaré a dormir sin avisarte. Te amo, Olivia. Nunca te haría daño.

-        Lo sé…

-        Y ti tampoco, pequeñito.- Le dice a la panza.- Perdona si te despertamos con nuestros gritos. Nunca más discutiremos delante de ti. Papá te ama.- Mientras le hablaba, sentía sus movimientos.

-        Esto es mágico… Nunca creí que se sentiría así. Esto es una buena señal, Elliot. El bebé está bien.

-        ¿Crees que el médico te dará el alta?

-        Esta semana lo llamaré. Necesito levantarme de esta cama, no quiero pasarme el día pensando, aquí encerrada.

-        Te entiendo, mi vida. Siento que este es un gran paso. Ven, vamos a dormir.

Elliot se acuesta al lado de Liv. La abraza por detrás y duermen estilo cucharita. Sus manos sobre la panza de Liv. Sintiendo como su hijo se movía. Esa señal que ambos necesitaban para darse cuenta que no debía discutir por cosas sin sentido. 

Continuará mañana (:

Amandittaa♥