Capítulo 28 ~ "Síntomas"
Al día siguiente por la mañana, Liv se despertó con su
despertador a las siete y media. Se vistió para ir al cuartel y preparó el
desayuno. Despertó a Alex y ambas se sentaron a desayunar.
- ¡Me siento
fatal!- Exclamó Alex.
- Ustedes
tres se pusieron muy borrachas ayer.
- Se ve que
sí, no recuerdo absolutamente nada.
- ¿Nada?
- Nada… Tengo
un terrible dolor de cabeza, encima no tengo ropa para ir a trabajar.
- Tengo una
falda y una blusa que te quedarán bien. Bañate rápido y vamos juntas al
cuartel. En el cajón del baño hay aspirinas.
- Gracias
Liv, ¿Cómo te sentís, vos?
- Bien, tengo
bastante hambre, así que mientras te bañas, voy a preparar más tostadas.
- Si
estuviera en condiciones te las prepararía yo, pero mi cabeza aun está en
Júpiter.
Ambas se rieron e hicieron lo que habían dicho. Liv se
preparó varias tostadas y Alex se dio una ducha helada. Luego partieron juntas
hacia el cuartel. Al llegar, llamaron la atención de todos los presentes,
sobretodo la de Elliot, ya que Alex llevaba puesta la ropa de Olivia.
Decidieron no dejarse llevar por las miradas y dirigirse directamente al
escritorio de Amanda, en donde estaba ella, bastante dormida.
- ¡Amanda!-
Le gritó Liv en el oído.
- ¿Qué?-
Preguntó, asustada, Rollins.
- Toma, te
traje un café.
- Gracias.
- La próxima
vez, no tomen tanto, miren como quedaron.
- No recuerdo
absolutamente nada de lo que ocurrió anoche.- Dijo Amanda.
- Yo
tampoco.- Contesta Alex.
- No imagino
como habrá quedado Melinda.
- Muchachas.-
Interrumpe Munch.- Noto que por sus rostros estuvieron de fiesta, pero es hora
de trabajar. Mujer de 38 años, violada en su casa.
Munch continuó la explicación y le dedicaron la mayor parte
del día al caso. Alrededor de las dos de la tarde se tomaron un descanso para
comer. Alex fue a comprarle comida a Liv y Amanda. Trajo comida china para ella
y Rollins y un sándwich de milanesa para Olivia.
-
Toma.- Le dice Alex a Amanda mientras le entrega la
caja con comida, luego se acerca a Liv y le dice lo mismo, agregando.- Tu primer
antojo.- en voz baja. Luego siguió su camino hacia la oficina de Cragen.
Liv comenzó a comer, cuando Elliot se le acerca bastante
anonadado.
-
¿Tienes hambre?- Pregunta, con ironía.
-
¿Por qué?
-
En quince años que te conozco, nunca te vi comer con
tanta ansiedad.
-
Bueno, es la primera vez.
-
¿Y por qué Alex lleva puesta tu ropa?
-
Elliot, no tengo que darte ninguna explicación.- Le
contesta, mientras se pone de pie y se va caminando hacia la máquina de agua,
con el sándwich en la mano.
-
A mí no me mires, yo no sé nada.- Le contesta Amanda a
Elliot, cuando éste le pregunto que le pasaba a Liv, con la mirada.
Dos días después…
El cuartel era un desastre. Parece como si todo el trabajo se
les hubiese venido encima. Elliot se estaba volviendo loco porque no podía
encontrar a un niño que había sido secuestrado. Fin y Munch a los gritos
tratando de hablar con los parientes. Cragen y Nick, buscando entre papeles
algún dato para encontrarlo. El problema era que no estaba Liv. La necesitaban
muchísimo, para que ayude en la investigación, pero se encontraba encerrada en
el baño desde la mañana. Sumándole, que Amanda tampoco cooperaba, porque iba y
venía del baño cada cinco minutos. La excusa era que estaba descompuesta,
aunque no era tan excusa. Amanda pasó
corriendo por entre medio de la sala, con un vaso en la mano. Llegó al baño y
entró. Liv se encontraba sentada sobre la mesa donde se lavan las manos.
-
¿Estás mejor?- Le pregunta Amanda.
-
No…
-
Te traje más hielo.
-
Gracias.
-
¿Quieres que llame a Melinda?
-
No, esto es normal. Tengo que ir a trabajar y no
puedo.
-
Olivia, tranquilízate. ¿Quiere vomitarle la cara a
todos?
-
No… Cada vez que siento que estoy bien, me pongo de
pie, camino hacia la puerta y otra vez… al baño a vomitar.
-
Sigue chupando hielo, tal vez eso ayude.
-
¿Y si Cragen me despide?
-
Olivia, no te puede despedir por estar descompuesta.
-
Pero es un caso muy importante, quiero ayudar a ese
niño.
-
Este niño.- Le dice Amanda, mientras pone su mano
sobre la panza de Liv.- Te necesita más.
-
Tienes razón… Esto se está poniendo complicado.
-
¿Qué vas a hacer?
-
No puedo dejar de trabajar, Aman. No tengo dinero para
mantener un bebé si no trabajo.
-
Si le dices a Cragen, él te dará trabajo de
escritorio.
-
Si le digo a Cragen, Elliot se va a enterar. Y él se
quedará sin trabajo, sin mujer y sin hijos.
-
¿Entonces?
-
Haré todo por evitar salir.
-
Cuenta conmigo.
En ese instante Liv se pone de pie y se marcha al baño a
vomitar. Luego de dos horas más encerrada, logró salir del baño. En ese
momento, notó que tenía todas las miradas sobre ella. Sobre todo la de Elliot,
que parecía bastante enojado.
-
¿Qué ocurrió?
-
El niño murió.- Contesta Fin.
-
¿Cómo?- Le pregunta Liv, a Elliot.
-
El violador le dio dos tiros. No hay pruebas, Alex
está trabajando con Melinda para conseguir ir a juicio. Pero no llegaremos a
nada.- Le contesta Munch, ya que Elliot se quedó callado.
-
¿Por qué no me contestas tú?
-
Porque que ese niño es muerto, es culpa tuya.- Le
dice, Elliot, mientras se pone su saco y se marcha.
Liv sentía nuevamente a la culpa correr por sus venas. Sabía
que Elliot tenía razón, que ella tendría que haber estado ahí para ayudarlo. De
pronto, se acerca Amanda.
-
No es tu culpa, ve con Cragen y dile que estás
enferma. Yo te cubro el día de hoy.
Continuará el lunes...
Para que no tengan que esperar tanto subí este capítulo. Quédense tranquilos, la semana que viene vuelven los momentos Elliv (Y ni se imaginan lo lindos que van a ser).
Amandittaa♥
Me encanta la novela! Siempre quise a Liv y Elliot juntos. La única crítica que tengo, es que Alex sea lesbiana. Y mucho peor, que Liv haya correspondido a su beso. No me pareció lindo en absoluto. Lo demás es muy lindo y lleno de creatividad!! felicito a la escritora :)
ResponderEliminargracias por hacer que no esperemos tanto!!
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